Economía feminista: Política fiscal con perspectiva de género

El pasado 6 de abril participé en la interesante jornada “Economía Feminista: acción institucional y luchas sociales” organizada desde el Ajuntament de Barcelona, en el marco del Plan por la Justicia de Género 2016-2020. Mi participación fue en la mesa de Política fiscal con perspectiva de género junto a Laura Gómez,  Iolanda Fresnillo,  Josep Manel Medrano, Raül López y con la moderación de Joan Llinares. En esta jornada se abordaron a través de mesas de debate algunos de los temas relevantes para la economía local desde una perspectiva feminista: presupuestos, política fiscal, mercado laboral y los trabajos de cuidados, todo ello con el trasfondo de las políticas austericidas de la crisis y cómo están impactando  en las condiciones de vida de las mujeres.


Ha sido un gran acierto por parte del Ajuntament de Barcelona, poner el foco de atención en la economía feminista para la realización de esta jornada, abordando los retos actuales de los gobiernos locales en la lucha contra las desigualdades de género, promoviendo la reflexión y las políticas económicas con perspectiva de género.

La economía feminista traza un camino para conseguir poner la vida en el centro de la construcción de ciudades más justas y equitativas. Los gobiernos locales diseñan e implementan políticas económicas —como las presupuestarias o las fiscales— y tienen, por lo tanto, una situación de privilegio desde donde redistribuir la riqueza, trabajar contra las desigualdades e incorporar las necesidades específicas de las mujeres. A pesar de la falta de competencias directas en el mercado de trabajo, la actuación con perspectiva de género desde los ayuntamientos presenta un abanico de políticas que pueden incidir en la lucha contra la precariedad laboral de las mujeres. La economía feminista también ha mostrado que, más allá de los empleos remunerados, hay un trabajo de cuidados que no se ha visibilizado, ni está compartido ni valorado, y que mayoritariamente ha sido y sigue siendo realizado por las mujeres. Por lo tanto, es fundamental que los ayuntamientos participen en la necesaria democratización y corresponsabilidad de los cuidados en nuestra sociedad.

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