‘La última gota’ de la violencia patriarcal: maltrato judicial

El corto ‘La última gota‘ forma parte de la campaña de denuncia de la violencia patriarcal que ha lanzado el colectivo feminista Las tejedoras en el estado español. Con La última gota se pone el foco de atención en una problemática específica: el maltrato judicial al que se ven sometidas gran parte de las mujeres que denuncian la violencia machista de sus (ex) compañeros sentimentales.

El trasfondo de la historia que revela este corto es la hipocresía y misoginia institucional. Desde todas las palestras institucionales y mediáticas se responsabiliza a las propias mujeres de ser la llave para salir de una situación de violencia machista, se las empuja a denunciar a sus agresores pero no se establecen mecanismos ni recursos suficientes para garantizar sus derechos más básicos en los procesos judiciales, lo que provoca que gran parte de las mujeres que denuncian la violencia machista de sus (ex) compañeros íntimos se vean envueltas, durante el proceso judicial,  en otro circuito más de violencia patriarcal.

… para salir de una situación de violencia de género, y para ser apoyadas por el Estado, las mujeres tienen que denunciar a su agresor. Pero sigue siendo la mayoría las que no denuncian, ¿es éste el paso fundamental?, ¿hay otros caminos para salir de la violencia machista? ¿qué ocurre cuándo las mujeres denuncian?

La última gota va más allá de la denuncia de la violencia patriarcal en los procesos judiciales, al plantear una propuesta con potencial transformador a través de la organización colectiva de mujeres.

Hay quien ve en este tipo de respuesta una ‘huida hacia adelante’ que no resuelve la enfermedad patriarcal de la sociedad, que no tiene en cuenta la influencia de factores como la existencia de hijas/os y que responsabiliza, una vez más, a las propias mujeres de salir de la situación de maltrato. Es un debate feminista abierto en el que hay muchas variables interactuando. En mi opinión, cuando las instituciones se muestran ineficaces para defender la vida de las mujeres ante situaciones de violencia machista, urge buscar respuestas colectivas y redes de apoyo y ‘agarraderas’ desde las que construir condiciones de vida digna libre de violencias; lo que no es excluyente ni incompatible con la exigencia de responsabildiad institucional ante las incoherencias, misoginias y violencia patriarcal en los procesos judiciales por denuncias de maltrato.

En este sentido, el corto ‘La última gota‘ pone también en evidencia la falta de recursos y de coherencia en el desarrollo de la Ley 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

La Última Gota from Las Tejedoras on Vimeo.

El colectivo feminista Las Tejedoras han incluido en el corto La última gota algunos datos que revelan la extrema gravedad de la situación que denuncian:

  • El 73% de casos de violencia de género no se denuncian mientras que el 100% acude a su médico/a de cabecera lo que podría suponer otra vía de protección.

  • Desde 2009 el número de denuncias ha ido en descenso, mientras ha crecido el porcentaje de denuncias retiradas.

  • Se ha reducido en un 12% el número de órdenes de alejamiento concedidas (llegando en 2012 a concederse solo al 61% de las solicitadas).

  • Desde la implantación de los juzgados de violencia de género, hace más de nueve años, se han incrementado los sobreseimientos (archivo de denuncias por falta de pruebas) en un 158%.

  • El porcentaje de sentencias condenatorias a maltratadores ha ido disminuyendo desde 2007 hasta un 5,6%.

Y también han elaborado una guía de acompañamiento para facilitar la utilización del corto ‘La última gota‘ como herramienta didáctica de toma de conciencia y sensibilización contra la violencia machista y el maltrato judicial.

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