La precariedad no es un mantra, es nuestra vida; es la realidad que atrapa a una gran parte de la población que no llega a fin de mes, no pueden encender la calefacción porque no pueden pagar un recibo de la luz o ya han perdido la casa, que no pueden enfrentarse a un proceso de recuperación de salud, que no alcanzan a cubrir las necesidades de alimentación de sus hijos e hijas … Hartas de la precariedad, la plataforma No + precariedad convoca a manifestarnos el 10 de febrero, en más de 22 ciudades.
Más de 9 millones de personas en situación de riesgo de pobreza y cerca de 2 millones de hogares con todas sus integrantes adultas en paro, son parte de la realidad que el gobierno español se niega a reconocer como resultado de sus políticas austericidas y de las reformas laborales. Frente a su discurso triunfalista de crecimiento del PIB, todos los informes apunta a que la supuesta recuperación económica sólo alcanza a quienes ya estaban en los tramos superiores de renta y riqueza; así lo constatan, por ejemplo, el último Informe de Oxfam y el último informe AROPE sobre el riesgo de exclusión y pobreza en España. Es evidente que sin igualdad no hay recuperación como lo es también que la terrible crisis de desigualdad que vivimos se ha instalado ya en nuestras condiciones de vida.
El enquistamiento de la precariedad laboral afecta tanto al empleo como al desempleo y la precariedad salarial a las cotizaciones y oportunidades reales que se agravan con el ensañamiento que todo ello tiene sobre las mujeres. Son mujeres el 74% de quienes perciben los salarios más bajos, el 72% del empleo a tiempo parcial, y en su mayoría de forma no voluntaria -57,3%-.
Hartas de la precariedad y hartas de la temporalidad, que ya sobre pasa el 27%. Entre quienes trabajan a tiempo parcial, el subempleo es el otro rasgo característico: el 60% quisieran trabajar más horas, algo que se refleja directamente en los menores ingresos de quienes tienen un trabajo a tiempo parcial no deseado.
También son mujeres quienes sostienen económicamente el 90% de las familias en las que solo hay una persona adulta con menores a su cuidado; cuatro de cada diez familias monomarentales están en riesgo de pobreza, resultado directo de las políticas austericidas y las reformas laborales impuestas como gestión de la crisis. Son mujeres, en mayor medida quienes están en situación de desempleo y así lo refleja el hecho de que la tasa de desempleo femenino (18,35%) sea superior en cuatro puntos a la tasa de desempleo masculino.
Hartas de la trampa de la precariedad que afecta mayormente a mujeres, jóvenes y, en general, mayores de 45 años. Aproximadamente la mitad de quienes están en situación de desempleo no tiene ningún tipo de cobertura social, y la insuficiencia de los subsidios de desempleo o rentas mínimas -en sus diversas variantes- proyectan un escenario de desigualdad crónica en el que la norma general y habitual es la precariedad de la vida.
Hartas de que la precariedad nos atrape en la división sexual del trabajo; las mujeres siguen asumiendo los trabajos de cuidados -trabajos no remunerados que se realizan principalmente en los hogares como tareas necesarias de la reproducción vital y social para el bienestar y desarrollo de las personas-, ante la falta de compromiso social, de políticas de bienestar y de corresponsabilidad en general; y ello condiciona su autonomía, inclusión y continuidad en el ámbito laboral y político.
Hartas de la extrema precariedad de trabajos fuertemente feminizados, relacionados con los cuidados y los servicios de atención a las necesidades y bienestar de otras personas.
Hartas de mentiras, del saqueo a las arcas públicas y de la corrupción, colectivos como Las Kellys, las espartanas de Coca-Cola, pensionistas, taxistas y muchos otros grupos de profesionales afectados por la extensión de la precariedad convocan a sumar nuestras voces y acciones políticas, a no seguir permitiendo que la precariedad de la vida se instale como parte de la ‘normalidad’. Somos mujeres, hombres, pensionistas, jóvenes, investigadoras, ex-becari*s, gente trabajadora … y estamos hartas de precariedad!
El #10F llenaremos las calles #NoMasPrecariedad
Valencia, Barcelona, Bilbao, Donosti, Xixón, Ourense, Zaragoza, Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia, Santa Cruz de Tenerife, Lanzarote son algunas de las ciudades en las que la plataforma No + precariedad llama a manifestarse este 10F contra la precariedad; será la primera fase de una serie de movilizaciones en diferentes territorios con la cita común de acudir a finales de mayo en Madrid.